Luke Skywalker, Harry Potter, Frodo Bolsón, Neo… Si pensamos en qué palabras nos evocan estos personajes, seguramente entre ellas estarían: aventura, odisea, peligros, héroes y villanos. Pero también podríamos añadir la palabra “comunicación”.
¿Y qué tienen que ver estos héroes con nuestro trabajo?
Existe un concepto muy conocido en literatura y en cine del que todos habréis oído hablar: el viaje del héroe. Pues bien, este viaje también lo podemos aplicar en nuestras campañas y aprovechar su potencial para mejorar el storytelling, hacerlo más atractivo y lograr una conexión más emocional con nuestro público objetivo. Nosotros también podemos fabricar héroes y crear para ellos una aventura épica.
El protagonista del viaje del héroe puede ser el usuario final al que queremos llegar, o incluso la propia marca o el producto para el cual desarrollamos la campaña. En cualquier caso, es un viaje cuyo objetivo es el crecimiento y la transformación del protagonista a través de varias etapas en las cuales tendrá que superar retos y desafíos. Es un viaje que nos ayuda a profundizar en la psicología de ese héroe, para conocer sus deseos y necesidades.
Pongamos que nuestro héroe es el consumidor final. Hay tres etapas clave a tener en cuenta en este viaje:
Siguiendo con la analogía cinematográfica, viaje del héroe sería el de Luke Skywalker de Star Wars, que pasa de ser un granjero en Tatooine a convertirse en un Jedi… o Neo de Matrix, que deja de ser un programador de computadoras para convertirse en un líder revolucionario que lucha contra las máquinas.
Básicamente, con el viaje del héroe lo que queremos hacer es mostrar la solución a un reto o problema. Es una herramienta narrativa que funciona muy bien porque guía a nuestra audiencia a través de desafíos y transformaciones con los que se pueden identificar, lo que genera una conexión emocional más profunda y un mayor engagement.
Además, es un viaje que puede adaptarse de muchas formas tanto a nivel creativo como narrativo, en función de nuestras necesidades y objetivos. Hay tantos tipos de viaje del héroe… como marcas en el mercado.