Como cada año por estas fechas los medios especializados se llenan de artículos sobre las tendencias que nos traerá el nuevo año.
En el sector del PR veremos por ejemplo un mayor desarrollo del entorno digital, el uso de nuevos formatos y plataformas como el streaming o los podcasts, iniciativas en el metaverso y un giro hacia la segmentación actitudinal y/o experiencial.
Y es que sin duda el nuestro es un sector en constate cambio, lo que nos obliga a reciclarnos continuamente. Si a eso sumamos el convulso mundo en el que vivimos, la resiliencia o como diría la RAE, la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, es condición sine qua non.
Y es que las empresas confían en que entendamos que la industria en la que se mueven, así como sus planes y objetivos, están en constante cambio. De ahí que sea primordial saber adaptarnos a las tendencias que vienen y estar a la altura del reto que supone gestionar la comunicación de una empresa.
Lo cual nos convierte muchas veces en aprendices perpetuos. La transformación digital nos ofrece todo un mundo de posibilidades a la hora de hacer nuestro trabajo, pero también nos exige un nivel de aprendizaje constante. Además de obligar a las agencias a equipar a los equipos con herramientas que les permitan adaptarse a múltiples futuros inciertos, y capacitarlos para las necesidades a corto plazo.
Así que si hay una tendencia que se repite todos los años y que marcará el 2023 esa es la adaptabilidad.