Los videojuegos pueden ser un gran apoyo en el mundo del marketing. Unos lo llaman “gamificación”, otros “advergaming”… en definitiva, se trata de aprovechar la mecánica y la esencia de los videojuegos para incluirlos en las campañas de publicidad con el fin de hacer más atractivos los productos.
Y es que somos jugones y competitivos por naturaleza. Tenemos una predisposición natural hacia la competición, la superación personal y por supuesto, a ganar premios. Por otro lado, estamos expuestos a tantas campañas en distintos soportes y plataformas, que lógicamente buscamos aquellas propuestas que son diferentes y ofrecen un extra de diversión.
Los anuncios “jugables” pueden ayudar a estimular la interacción de los usuarios con la marca y a reforzar el vínculo con ella, por ejemplo a través de retos, puntos, subida de niveles y recompensas. Además, con los juegos el boca a boca funciona muy bien, ya que si una persona interactúa con uno y le gusta, normalmente envía ese juego a sus contactos para que también lo disfruten. De esa forma no solo se consigue fidelizar clientes, sino llegar a otros nuevos.
No es necesario que la gamificación sea muy compleja, ni siquiera tiene que tener la forma de un juego tradicional. Lo importante es que siempre haya un reto y un aspecto lúdico. Dependiendo del presupuesto y el objetivo, la propuesta puede ser tan sencilla como un quiz (encuesta o concurso) que anime a las personas a interactuar y a pasar un rato entretenido, como hizo Meta el año pasado con este que animaba a la gente a encontrar errores en noticias que podían ser desinformación.
También pueden hacerse juegos más elaborados, como uno que desarrolló Magnum en modo arcade, que consistía en ayudar a una chica a cazar bombones pasando por lugares tan curiosos como Spotify o YouTube. Este juego consiguió enganchar a 7 millones de personas, que se quedaban una media de 5 minutos jugando. Fantástico, ¿no?
Tampoco olvidemos la gamificación en la vida real. Hay campañas estupendas que han sacado el juego del mundo online para llevarlo a la calle. Personalmente me encanta la propuesta de Coca-Cola para el lanzamiento de la película “Skyfall” de 007. En un guiño al agente James Bond y a través de máquinas expendedoras en estaciones de tren, la compañía proponía a las personas convertirse en agentes secretos y superar retos dentro de la propia estación, ofreciendo como premio entradas para ver la película.
Es bueno atreverse con cosas nuevas de vez en cuando. Existen tantas opciones en gamificación, como productos en el mercado. El límite está en la imaginación.