Las empresas tienen marcas y en las agencias de comunicación sabemos bien lo que cuesta a veces promover la visibilidad de una marca. Aunque no lo sepamos, las personas también tenemos una marca personal que se basa en nuestra trayectoria y que hace que alguien sea reconocido en su ámbito de actividad. Algunos definen la marca personal como la huella que dejamos en los demás y el recuerdo que estos tienen de nosotros. Al participar en cualquier actividad, dejamos un rastro. Esto es algo innato, pero la marca personal también se puede trabajar y enfocarse hacia un determinado objetivo. En este sentido, la comunicación es una pieza clave.
Para hablar de marca personal, de lenguaje inclusivo y de comunicación en las relaciones de pareja, entre otras cuestiones, hemos entrevistado a la psicóloga Silvia Sanz. Silvia cuenta con casi 25 años de experiencia como psicoterapeuta y terapeuta sexual y desde el inicio de su trayectoria profesional comenzó a aparecer frecuentemente en medios de comunicación. Ha sido entrevistada en muchos medios y colabora regularmente con programas de televisión y radio. También publica en revistas científicas, da formación en empresas y universidades, y es la autora del libro Sexamor.
Desde hace muchos años comenzaste a aparecer en medios de comunicación dirigidos al público en general en los que proporcionabas tu opinión, principalmente, sobre las relaciones de pareja. No sé si eras consciente de que estabas trabajando tu marca personal…
Si te digo la verdad, comencé a colaborar con medios de comunicación por casualidad, me llamaban de distintos programas y con el objetivo de superar mi timidez acudía a los castings, así inicié mi trayectoria en diferentes espacios televisivos: Pesadilla en la cocina, realities como Generación Nini, La casa de Cristal o Casados a primera vista… aportando mi opinión como experta, al igual que en radio, en prensa. No he realizado ninguna de mis acciones con una estrategia de marketing o con un objetivo de trabajar mi marca personal, pero siempre he intentado ser fiel y coherente con lo que soy junto a lo que intento transmitir. Supongo a lo largo de todos estos años he construido una imagen que sin proponérmelo es afín a mi marca personal.
¿Qué te aportan estas apariciones en medios de comunicación?
Me aportan sobre todo experiencias y vivencias. En el plano profesional más visibilidad, sin duda. Y supongo que una cosa lleva a otra, el hecho de colaborar con distintos medios ofrece la posibilidad de que surjan oportunidades para nuevas colaboraciones, formaciones y por supuesto más credibilidad en el plano profesional.
En tu web vemos que incluyes contenidos propios en un blog y también tienes enlaces a tus perfiles en redes sociales, ¿cuándo comenzaste a trabajar estas áreas?
El blog lo inicié casi desde que se desarrolló la web, creo que es un espacio donde compartir contenido interesante que puede ayudar a todo el mundo de un modo sencillo. En cambio, las redes las he empezado a trabajar más desde que comencé a escribir el libro de Sexamor. En estos últimos años el modo de tener credibilidad ha cambiado, parece que, aunque seas muy buen profesional, te valoran en función del número de seguidores, y en ocasiones si estas realizando tu labor como psicóloga, sexóloga o cualquier otra profesión, no puedes dedicar tanto tiempo a crear todo el contenido que te gustaría para mostrarlo.
¿Cuentas con apoyo de algún profesional de la comunicación para definir los contenidos, ejecutarlos y encargarse del community management?
Sí, para ello he necesitado ayuda, no tanto para los contenidos, que los defino yo, sino para poder compartirlos en las diferentes redes y estar activa de un modo constante.
Tienes presencia en Facebook, Instagram, Twitter, YouTube y LinkedIn, ¿cuáles son los objetivos y retos a la hora de manejar tus comunicaciones en redes sociales? ¿Te planteas unirte también a Tik Tok?
La verdad, es que el único reto que persigo estando presente en redes es poder ayudar de un modo breve a las personas que deseen seguirme, aportando contenidos que logren hacer reflexionar o cambiar distintas actitudes para sentirse mejor. Y como he dicho antes, también seguir presente del modo que la actualidad se comunica actualmente, que son las redes sociales.
Respecto a Tik Tok, tengo un perfil, pero como reto este año, me propongo iniciarme en realizar esos pequeños videos que transmitan mensajes que logren llegar a quien los puedan visualizar, para lograr pequeños cambios o dar luz a esos conflictos que todos tenemos en algún momento de nuestra vida.
También eres conferenciante, ¿en qué tipo de eventos participas y cómo adaptas el contenido a cada audiencia?
He participado en conferencias para médicos, para mujeres emprendedoras, para distintas audiencias… El contenido lo suelo adaptar en función del tipo de público sobre todo con el lenguaje, con los ejemplos o dinámicas que ofrezco donde las personas se sientan más identificadas.
En 2021 publicaste el libro Sexamor con mensajes tan atractivos como “los 8 pasos para encontrar una pareja afín”, ¿por qué escribiste un libro y cómo te resultó la experiencia?
Con Sexamor quería que mis años de experiencia sirvieran para algo más que no solo ayudar a las personas que acudían a consulta. Mi objetivo era descifrar los secretos del corazón y del placer mediante claves concretas que ayudaran a todos los que amamos. Hay muchas cosas importantes en la vida, pero si eliges tener una relación y que te sientas bien en tu pareja es un aspecto esencial para sentirnos bien con nosotros mismos. Nos conocemos a través del otro, nuestros conflictos de comunicación y sexuales, dicen más de nosotros de lo que creemos. Y aprender a solventarlos de un modo sencillo, provoca una sensación de bienestar.
Además, gran parte del libro lo escribí durante el confinamiento, fueron momentos de incertidumbre para todo el mundo y escribir me ayudó a sobrellevarlo mucho mejor. Tener un propósito me motivaba cada día a estar centrada en este proyecto tan bonito que era antagonista con las noticias tan desoladoras que escuchaba cada día.
Cuando lo entregué sentí una sensación de plenitud difícil de explicar, de la misma forma, que cuando lo vi en papel la primera vez, es una creación, un vademécum para todas las relaciones de pareja.
¿Qué opinas del lenguaje inclusivo? ¿Qué impacto a nivel psicológico tiene para una persona sentirse discriminado a causa de expresiones peyorativas o irónicas, y también no sentirse representado?
El lenguaje es un modo de comunicarnos y además las palabras tienen una connotación subjetiva para cada persona, por lo tanto, desde luego que el lenguaje inclusivo es fundamental para la conexión con los demás, con nuestro entorno y con nuestra propia identidad para potenciar el bienestar y la no discriminación.
Respecto al impacto psicológico que tienen distintas expresiones para sentirse parte de la sociedad es vital para la integración, tendríamos que hacer un proceso de aprendizaje mayor por parte de la sociedad y sobre todo en la comunicación en medios, libros, películas u otros formatos.
Eres experta en relaciones de pareja, ¿qué papel juega la comunicación en este ámbito?
En muchas ocasiones el amor no es suficiente para mantener una relación. Existen otros ingredientes como son la buena comunicación, la intimidad, la pasión, la complicidad, el compromiso… hasta el cómo cada uno entiende el amor, por eso es importante identificarse con los distintos estilos de amar. He tratado a parejas que por mucho que se amasen, no se entendían. Y al aprender a comunicarse de otro modo han logrado seguir adelante, es importante conocer las técnicas y los recursos para ponerlo en práctica.
Una de las claves para mejorar la comunicación con tu pareja se encuentra en la valoración e interpretación que ambos hacéis de la conducta del otro. Si lo piensas bien, cuando existen conflictos, cómo mínimo hay dos personas involucradas, de modo que antes de culpar al otro, intenta buscar en ti mismo/a posibles aspectos que puedas modificar. El modo de relacionarte es fruto de un aprendizaje social a lo largo de tu vida, y como tal, puedes cambiarlo.
Una posible solución reside en ti. Tu conducta es interdependiente de la de tu pareja. Eres responsable del comportamiento del otro/a y por tanto de los cambios y de los resultados que desee conseguir. De la misma forma que tu pareja de tu conducta. Es más sencillo plantearte “¿Qué puedo hacer yo para que mi pareja cambie?”. En lugar de “he de esperar a que mi pareja cambie”.
En la convivencia es normal tener diferentes opiniones ante las situaciones que pueden surgir, de hecho, es algo sano. Porque eres alguien distinto/a la persona que amas. No te frustres ni te desanimes si surge alguna discusión. El problema no son los imprevistos que pueden aflorar ni las decisiones que tienes que tomar. El inconveniente puede surgir en cómo los afrontas. Saber sobrellevar el conflicto dialogando y solucionarlo de un modo tranquilo para ti y para el otro/a.
Para finalizar, ¿podrías darnos algunos consejos concretos para comunicarnos y mejorar la convivencia diaria con nuestra pareja?
Algunas de las pautas que puedes seguir son:
-Intenta ser flexible. Eso no significa ceder ante cualquier planteamiento sino aceptar la opinión del otro/a.
– Escucha de un modo activo, repitiendo lo que has entendido para no llegar a malas interpretaciones.
– Muestra tus sentimientos y opiniones sin reproches, de la forma que te gustaría que te los expusieran a ti.
– Colócate en su lugar como te gustaría que se pusieran en el tuyo. La empatía es un eje imprescindible para evitar conflictos.
– Negocia para llegar a un consenso razonable, donde una vez cede uno y en la siguiente el otro. Todos salimos ganando si llegamos a acuerdos donde ambos estéis en la ecuación. Intenta ser razonable.
Contacto: www.silviasanzpsicologa.com