Me llamo Lydia, nací en 2001 y soy un ejemplo de generación Z, que comprende los nacidos entre los años 1997 y 2012. Como siempre ha ocurrido, las diferencias generacionales existen, pero parece que mi generación, la Z, es aún más diferente de otras. Entre estas figuran las nuevas formas de comunicación con las que nos sentimos más a gusto. Cuestiones como la digitalización y el calentamiento global nos influyen más que a otras personas, por ello, la comunicación con nosotros/as también ha variado.
¿Cómo nos ven los estudios? ¿Cómo deberían comunicarse con nosotros las marcas? Os cuento un poco a continuación mi pequeña investigación y mi reflexión personal final.
La generación Z es un segmento de la sociedad preocupado por la sostenibilidad y nativos digitales. Según el estudio AI-Gen- CE Report: what business needs to know about the generation changing everything elaborado por Oliver Wayman, las características más destacables de esta generación serían el ser realistas y tener conciencia social, además de que un 60% de ellos se informa de la actualidad a través de las redes sociales.
La inmediatez es el mayor reclamo que la generación Z le hace a los medios y marcas. Según el estudio ‘A las marcas no les debe faltar calle’, realizado por BCMA Spain junto a UCM y al grupo Análisis e Investigación, la generación Z quiere ser el centro de atención y que las marcas los cuiden y mimen, ofreciendo experiencias y ser parte de algo. Para la generación Z la marca es imagen, símbolo e identidad y por ello presentan una relación estrecha e integrada en sus vidas.
Les gusta que las marcas empleen mensajes directos, claros y concisos con ellos. Algunos ejemplos sería la forma en la que Netflix publicita las series juveniles, como en el estreno de la última temporada de Sex Education, donde se anunciaba en las calles con el mensaje de “Querrás tragártela enterita”, usando el doble sentido y el humor, al igual que con la ironía para series como Narcos al mensaje de “Oh, blanca navidad”.
Otra marca que conecta bien con la generación Z es Tacobell, que, por ejemplo, aprovechó el revuelo de 2022, el año del supuesto fin del mundo, para instalar en plena Gran Vía el mensaje de “Y si 2022 es el año del meteorito, que por lo menos tenga forma de taco”.
Debo decir que, al formar parte de esta generación, confirmó que este tipo de cercanía en la comunicación, con mensajes directos, claros y con un toque humorístico me hacen ver de una mejor manera a las marcas, sintiéndome más cercana a ellas y a sus principios.