Campañas para el recuerdo | Creatividad e Inspiración
El fenómeno de los Fan Arts
Un fenómeno que siempre me ha llamado la atención es el del “Fan Art” o fanarts, que, en su traducción más literal al castellano, es el arte hecho por fans. Y no solo por la calidad de muchos de sus productos sino por lo que supone desde un punto de vista promocional o publicitario.
En comunicación sabemos que construir una comunidad de prescriptores de tu marca, que la apoyen y recomienden a terceros, es sin duda uno de los grandes objetivos de cualquier campaña. Pero no se trata de una tarea fácil. Requiere mucho esfuerzo, trabajo, inversión y, también, una buena dosis de suerte.
Por eso me sorprende el fenómeno de los fanarts. Y es que, si nos paramos a pensarlo, es el sueño de cualquier profesional de la comunicación. Un producto gusta tanto que su comunidad de fans no solo no lo consume o recomienda a otros, sino que dedica su tiempo y habilidades a promocionarlo y hacerlo llegar a más gente.
Hoy nos podemos encontrar con ejemplos de fanarts en el mundo del cine, la música, la publicidad, el comic y un largo etcétera de disciplinas. Por ejemplo, ¿quién no recuerda ese trágico final de Jack y Rose en la película Titanic de James Cameron? Desde hace años se ha rumoreado sobre la posibilidad de rodar una segunda parte y, mientras vemos si la secuela se hace realidad o no, ya hay fans como Raquel Medina que han elaborado un trailer con detalles sobre su argumento y otro final para la mítica pareja.
Otros artistas, como Julian Rentzsch, han diseñado también espectaculares retratos que homenajean a personajes reconocidos y sus obras (Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, David Lynch), demostrando que este tipo de contenidos pueden ser de gran utilidad para generar conversación en redes sociales y abriendo un interesante mundo de posibilidades para los community managers.
Y eso por no entrar a valorar los carteles de las películas que elaboran muchos fans, que incluso a veces son de más calidad que los definitivos que presentan los Estudios. Y si no, en este artículo de Espinof van varios ejemplos